viernes, 20 de noviembre de 2009

Serie parte II o algo semejante

antes de mi
otra mujer
otro cuerpo cargando
mi cuerpo
deseando
que sea sanito
sanita

antes de mi
una cuerda
y mi cuerpo no necesitaba nada
sólo a ella
diosa madre
mujer
habitada
como todas

¿qué se siente, mamá, cargar otro cuerpo dentro?
¿ser cuna?

me sentías moverme
y creaste
para mi
un mundo perfecto:
agua y latidos

Nada va a poder hacerte mal mi princesita. Nadie, nunca.

pero no se te ocurrió
que alguna vez
iba a salir
y el agua
y los latidos

ahora necesito aire
y el aire quema
¿ puedo darle a ella un antes de mí?
¿ puedo cargarme para cargarla?
seguimos una línea de mujeres
porque cargaste conmigo
y yo voy a cargarla a ella
y sabías
que te iba a mirar
iba a saber

estaba calentito y feliz ahí dentro mamá

y ahora me toca a mí
me toca a mí cargarla a ella
(todavía no)
hacerle un espacio
en mi cuerpo
dejar que se adueñe
me ahueque
me toca a mí
cargarla
volverme cuna
seguir el hilo
(todavía no)
darle
de regalo
mi vientre
sólo para ella
y no dejar que nadie nunca la lastime, mi princesita
ahora me toca a mí
un antes de mí-después de mí
y no puedo no pensar en nosotras
dando luz al mundo
un día
tras otro
pariendo con dolor
con dolor
porque no hay otra forma
porque no hay anestesia posible
para la invasión
el agujero adentro
la carne desgarrada
(todavía no)
con dolor
voy a soportarlo
porque
si no
no hay agua
no hay latidos
para mí
princesa
(todavía no)

sábado, 24 de octubre de 2009

Serie

“antes que mujer
soy caldero”
Cecilia Maugeri

antes- de mí

¿entonces soy yo?

esta primera persona
este presente protagonista
incapaz de tomar distancia
y ver de lejos
la noche fría
que no muere dentro
de este cuerpo mío
esta bolsa-olla-hueco-jarro que soy
este contenedor lleno
que se vacía de golpe
y escupe
palabras
todavía no nacidas
formadas
en el caldero
de este cuerpo que arde
que se consume sin tregua
y no quiere apagarse
porque entonces
sería de noche
y ya no habría
hoguera que mirar


yo o ella

¿soy yo?

esta carne rosada
este cuerpo tibio que seduce
se mueve adentro mío
y se acomoda
me ahueca y me ocupa
esta carne irreverente
que me invade sin permiso
y se abre paso
me llena
aunque no quiera
me llena
y ya no puedo salir de ella
sin ella
se abre en mi
me parte
me divide y me une
este carne rosada
parte de mi carne
que se niega a irse
a dejarme sola
única e indivisible yo
y me obliga
a no
elegirme


yo-ella o ella-yo

¿ soy ahora yo?

esta simbiosis de carnes mezcladas
este fluir de un lado a otro
siempre en compañía
este nunca más sola
este silencio


lo que queda

soy yo
este hueco indivisible adentro mío
este contendor vacío
que espera
agazapado
en lo más hondo
de mí

lunes, 5 de octubre de 2009

United Artist Biennial II




La cuestión es así: Lari Expone!!!! Es este 7, 8 y 9 de octubre. Vayan. . Además Lari decidió exponer un trabajo que hemos hecho en conjunto así que mil miles de gracias.


miércoles, 23 de septiembre de 2009

Revés





Desde chiquita me pareció terrible descubrir que a los hombres les faltaba su agujero allá abajo. No me extraña, para nada, que les sobre. Pero les falta.


¡Los cosieron, mamá!


Y nadie respondía.


¿Cómo hacen para vivir sin su grieta? Por dónde sacarán sus lágrimas. ¡Cómo puede un cuerpo contener tantos latidos!


Si por la boca se escapan las palabras, las lágrimas siempre se me escapan por mi agujero allá abajo. Y debe ser por eso que los hombres no lloran. Sin mi agujero las lágrimas se acumularían dentro hasta cubrirme entera. Hasta sacarme mi propia agua y descomponerlo todo.


¿Dónde esconderán sus recuerdos sin su grieta alada? Sin el vacío sin nombre que nos funda tierra adentro. Debe ser terrible tener el alma entera y cosida, llena de puntos tirantes que no dejan pasar el agua. Debe doler tanto cuando el alma se hincha gorda de aire peleando por salir; y los hilos tiran. Y entonces ellos no respiran, el corazón no se acelera y el alma no se hincha, gorda de aire, para que los puntos no tiren y el agua salada no se pudra dentro.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Fotopoema

Hoy les presento una foto de otra gran amiga: Camila Rossi (Camis para los allegados). La idea fue trabajar en conjunto para resignificar tanto la foto como el poema. Espero que les guste.







quizá detrás de la puerta

me espere un calor envolvente
como de vientre materno
un mundo sin luz sin abrazos sin latidos
o tal vez
la luz me invada
mis ojos nazcan
y miles de vidrios estallen en vidas
quizá los sentidos se cubran de blanco
y todas las voces del mundo
me lleguen cobijadas
en tu voz
o tal vez
me vuelva deseo eterno alma en pena sueño ausente
o cruce la puerta
y me vuelva miedo
quejido que vaga
sin nombre
por tu cuerpo

quizá me abrace un frío helado
y me reciba un cuartovacíoinfierno esperando a su huésped
y mi voz no salga
y el llanto corra
quizá tus pasos se escuchen
tentadores
del otro lado
y las ganas me lleven
y ya no haya retorno



viernes, 21 de agosto de 2009

En espacio y tiempo

Ella se levantó aquel día convertida en mapa. Su cuerpo, que hasta el día anterior, se encontraba enteramente cubierto por una piel tersa (o al menos de no ser tersa por una piel integra) hoy se estaba enteramente cubierto de huellas. Huellas de piel levantada y otras huellas de piel hundida. Huellas rojas, nuevas, dolorosas y otras grises, ya andadas.
Alarmada corrió a mirarse en el espejo y descubrió, al instante, que las huellas incluso habían invadido su cara. Huellas que habían salido de ninguna parte y que ahora la delataban, burlonas. Volvió a mirarse en el espejo y creyó ver que las huellas se dirigían a alguna parte, como si fueran caminos trazados vaya a saber uno por quién, o por quiénes. Pensó en las miles de manos que alguna vez había estrechado, en las miles de huellas digitales que su piel había copiado hasta hacerlas propias.
No tardó demasiado en llegar a la conclusión de que se trataba, efectivamente, de caminos y que debían conducir a alguna parte.
Ella no tardó demasiado tiempo en resignarse y aceptar su condición de mapa. Ofreció como tal sus caminos a quien quisiera recorrerlos y así quizás, un día, alguien le diría a donde la llevaban.

O nada en Trabajo de Hormiga


Gracias a la gente de Trabajo de Hormiga por la publicación.

Les dejo el link: http://qrscienciasmedicas.blogspot.com/

lunes, 10 de agosto de 2009

Se busca en Oblogo



Oblogo ya está online ( www.oblogo.com ) y pronto en la calle.


Muchísimas gracias por la oportunidad.

viernes, 31 de julio de 2009

Don de fluir

a veces me achico
me hago bolita
y me escondo en algún lugar
cerca de mí
así
chiquita
puedo escucharme
y descifrar los latidos
de mi corazón
a veces roto
a veces lleno

un corazón repleto de agujeritos tapados con fastix

y entonces ahí sentada
cerca
muy cerca
de mi corazón parchado
pienso
que si un día pasara algo extraordinario y mi corazón latiera con todas fuerzas los parches podrían no resistir y la sangre correría a borbotones por mi cuerpo llegando a mis manos y mis pies cansados y se escurriría hasta alcanzar el piso y seguir vagando hasta
llegar a un río
o un lago
y perderse en el agua
y yo
con ella

viernes, 17 de julio de 2009

Simbiótico





te vi irte y te miré espejo
cerré los ojos
copié la mueca
vi tus surcos dibujarse en mi cara
imité las sonrisas
vomité los te quiero
extrañé los por qué
rearmé los nudos
corté los lazos
borré las huellas
y corrí sin nombre

hasta encontrarme

y perderte en las palabras silenciadas

para en el fin
despertar a tus pies
donde ya nada importa
y desvanecerme espejo

viernes, 10 de julio de 2009

Urbanidades




mugre de mujeres preciosas
mugre de muerte
de locura
de frío

calle corrientes mugrosa de tangos por cantar

mugre descuidada
jabonosa
olorienta

mugre de lepra invadiendo tus manos
mugre y te pica
mugre loquero cerca
mugre y se acortan tus pasos
mugre
y se acerca

mugre cuerpos tirados
desapego
yo- no- miro

mugre gusanos en celo
mujeres preciosas
mugre
yo


no


miro

sábado, 27 de junio de 2009

Se busca

Ir por la vida con mitad de alma resulta una tarea para nada sencilla. No importa la manera en que se haya perdido, llevar a cuestas media alma menos acarrea todo tipo de inconvenientes.
Con sólo levantarse y mirar su cara en el espejo el desgraciado podrá apreciar las primeras consecuencias: notorio adelgazamiento, pérdida sustancial de cabello, descoloramiento evidente de piel, ojos, mejillas y todo aquello que pueda decolorarse.
Nada más salir a la calle acrecienta el número de infortunios. Debido a que el peso del alma es muchísimo mayor a veintiún gramos, el mitadalmado puede volarse con el primer viento que azote la ciudad o ser arrastrado calle abajo por cualquier niño caprichoso, perro extraviado, etcétera. Esto podría solucionarse fácilmente llevando siempre a mano un ancla del mismo peso, aproximado, al de la mitad del alma perdida. El problema resulta en que, visto y considerando, las pocas fuerzas del infeliz mitadalmado esto suele resultarle imposible.
Sin embargo, la falta de media alma conlleva algunas ventajas a saber: una notable disminución del número de lágrimas ante cortes de relación imprevistos, abandonos del hogar, pérdidas de empleo o de cualquier otro tipo. Menos tardes desperdiciadas llorando por amores inconclusos, menor cantidad de días laborales perdidos a causa de depresión, ansiedad o cualquier otro trastorno que para ser padecido requiera de alma. Eso sí, y es necesario tenerlo en cuenta, acarrea una disminución de igual magnitud en el número de risas ante los chistes, de latidos del corazón ante el hombre o la mujer amada, de lágrimas de emoción en los casamientos, de salivación al comer un caramelo de dulce de leche o saborear un helado de chocolate.

Por todo lo antedicho y recurriendo a su solidaridad, le ruego por favor a quien haya encontrado mi mitad de alma perdida, que me la devuelva.

viernes, 19 de junio de 2009

Brevimagen





En la sala de espera, la mujer del bigote mira de frente a los ojos que no paran de mirarla.

viernes, 12 de junio de 2009

Ensayo sobre el demasiado amor

Nos vivimos quejando de la falta de amor, pero qué pasaría si un día saliéramos a la calle y nos hubiéramos convertido en el objeto de deseo favorito de hombres y mujeres.
Ni siquiera caminar diez pasos y el diariero nos ofrecería una vida llena de noticias cotidianas, de recetas de cocina, de primicias de segunda mano. Supongamos que podemos decir no y seguir caminando. Entonces, el encargado del edificio de al lado nos ofrecería vivir eternamente en el cuarto de la limpieza. Seguir caminando implicaría cruzarse con la colegiala inexperta que pretende regalarnos su virginidad, con el abuelo octogenario que jura y perjura que lo mejor viene con los años, con el policía dispuesto a cualquier cosa con tal de atarnos a sus esposas. Y así, hasta llegar a clases o a la oficina. Y si fueran clases el profesor ofrecería aprobarnos el curso a cambio, solamente, de un beso, y si fuera la oficina el jefe nos volvería gerentes sólo por ver nuestra cintura.
Entonces una vida de desamor se convertiría, de pronto, en un revuelo de propuesta, en un mar de hombres y mujeres extraños ofreciendo otro mundo posible. Y los rasgos se acumularían en nuestras retinas y los aromas bajo nuestras fosas nasales. Y entonces, aunque quisiésemos, ya no nos sería posible elegir.

domingo, 7 de junio de 2009

Tres deseos

paz en el mundo una almohada rosa chocolates canciones un auto nuevo un sinfín de sinrazones una niña que me mire un cuarto sin paredes vacaciones un gato negro un pasaje a ninguna parte una vuelta sin ida ganas de anclar una soga dos corbatas tres vestidos un disco de los Beatles no editado mil y una noches cinco velitas menos que me quiera


Soplá

sábado, 23 de mayo de 2009

viernes, 15 de mayo de 2009

El llevador de milagros




La tarea no resultaba sencilla. Un milagro por día, ni uno más, ni uno menos.
El Llevador sabía que algunos milagros debían ser lo suficientemente grandes como para mantener la creencia en ellos y que otros debían resultar lo suficientemente pequeños como para pasar desapercibidos, casualidad pura.

Tres semanas atrás El Llevador le había concedido la cura de una enfermedad silenciosa a un niño en África. Por lo menos le quedaban dos semanas de milagros casuales.

Eran casi las doce de la noche y El Llevador todavía no había encontrado su milagro para el día siguiente, cuando vio una mujer revolviendo fotos añejas frente a la ventana. Los ojos aguados de la mujer ocultaban tras de sí veinticinco años de ausencia. En las fotos, una y otra vez, un joven de mirada esquiva.
¿Qué habrá sido de vos? se preguntó La Mujer De La Ventana para si sin sospechar que El Llevador la escuchaba. Fue entonces que El Llevador supo que había encontrado su milagro para el día siguiente y se dispuso a buscar al hombre de las fotos ahora veinticinco años mayor. Pensó que quizás tendría que dar la vuelta al mundo para encontrarlo, pero no fue necesario. El Hombre De Las Fotos seguía viviendo en la misma casa donde había vivido siempre, a sólo unas cuadras de la casa de La Mujer De La Ventana.
Ahora todo era fácil. Retrasar unos minutos a La Mujer De La Ventana, desviar unas cuadras el recorrido cotidiano de El Hombre De Las Fotos y así, sin más, en un atardecer cualquiera dos personas volverían a encontrarse veinticinco años después, por casualidad, en una ciudad de veinte millones de habitantes.

Tres días antes en una ciudad del norte de México una mujer de casi cien años veía nacer a su tataranieto.

Tres semanas atrás, en algún lugar de África un niño nacía libre de SIDA.

El 31 de diciembre del año anterior, Mariana de treinta cuatro años chocó con su auto el auto de Iván. Cupido actúo de inmediato.

Cinco años atrás, en un campamento de refugiados en Afganistán, un fotógrafo de la National Geographic volvía encontrar a la joven que lo hizo famoso y le quitó el sueño.

Un trece de julio de 1979, una joven estudiante de Medicina acusó de hiperquinético al joven de la mesa de al lado. Once meses después se casaron.

En 1945, miles de personas lograron sobrevivir a los campos del exterminio nazi.

Un día de julio de 1920, una anciana recién llegada del Viejo Continente tomaba, por primera vez desde su llegada un chocolate caliente. El sabor resultó exactamente igual al de su Italia natal.

Ciento cincuenta años antes, en alguna parte de San Juan una mujer que cargaba con su niño murió tratando de atravesar el desierto. Su hijo fue encontrado vivo no se sabe cuanto tiempo después.

Dos mil años antes, en algún lugar del actual Israel un profeta joven tornaba el agua en vino.

lunes, 4 de mayo de 2009

Deseo





Besos de papel pintado y

una soga que no ahogue ni suelte

Trescientos treinta y tres barriletes de colores que despierten

a una lluvia de labios desvelados

Cajones rotos

Médanos de olvido y

un junio que no llega y

se ahoga en tus brazos

viernes, 24 de abril de 2009

O nada

Dijiste que lo querías todo; y yo te di mis manos.
Te di las mañanas de domingo, los llantos, mi cintura.Una bufanda que cubra olvidos, el rocío, una soga para atar el tiempo. Te di un tazón de promesas de futuro, veinticuatro por siete y alguna hora más. El café molido de los amaneceres, un espejo, treinta y tres cartas. Te di un sinfín y tres porqués, veranos sin sol, velas encendidas, seis almohadones, un deseo.

Y cuando iba a darte mi nombre, me di cuenta, de que te había dado demasiado.

martes, 14 de abril de 2009

A mi Príncipe

En el día de hoy tengo el honor de que mi texto esté ilustrado por mi gran amiga Laris, Lara Barneda para los no entendidos. Espero les guste.








Estimado Príncipe Azul:

Me canse de esperarte. Ya estoy harta de besar sapos para nada, de buscar en las fiestas, de esperar en las esquinas. Me canse de tu pelo rubio y tus ojos verdes.

Renuncio. Me voy en busca de un hombre real. Uno que no me deje vibrando la tarde de los sábados pero que me espere a la salida del trabajo con rosas y todo. Probablemente no me rescate de la torre, pero qué importa, si en la ciudad no hay torres ni castillos. Y él no tiene un caballo blanco como vos, gracias si tiene un auto viejo o una moto, pero me va a ir a buscar a donde sea, no solamente a una torre asediada de dragones. Y probablemente no tenga sangre azul, pero va a contestarme los mensajes de texto y aguantarme cuando lloro sin parar porque me tiene que venir la menstruación, o porque me tendría que haber venido a las tres de la mañana y ya son las cinco y no me vino y seguramente este embarazada. Y voy a enamorarme de él, simplemente, porque se acuerda de que tomo el café con dos cucharaditas de azúcar..

Hasta siempre.
Yo

Pd: Los dragones se extinguieron por tu hobby de matarlos a cuchilladas.

jueves, 9 de abril de 2009

Sin




No había cuna

pero ya era umbral de dinastías

fiesta de abuelos

sonrisas de leche

Los vidrios de mayo

todavía destilaban el frío disfrutador de soledades

y los silencios lo cubrían todo

No había cuna ni risas

No había colores,pañales, sonajeros




No había llantos

viernes, 27 de marzo de 2009

Medusa






Se le dio por soñar un sueño de motores
Por ir a ver obras de teatro que ya había visto
sólo por disfrutar la decepción de las segundas veces
Por empaparse en las lluvias de verano y
caminar sin prisa por los parques
queriendo oler la primavera que no llega

Se sintió curioso como un hombre esperando y
se negó al olvido
........... al desamor
.......... .al nohayporque

Esperó a que llegaran los colectivos rojos
y se formaran una atrás de otro
hasta que la fila fuera invisible a sus ojos y
se sintió otra vez en la casa del abuelo
rodeado de miles de libros que nadie leía y
que se dedicaban a juntar polvo
Y las ganas de crecer

De encontrarse en los viajes por venir
De verse reflejado en todos los carteles
Y enamorarse de la que mujer que duerme dentro
te mira con deseo y te invita a pasar
para tragarte entero Medusa y quitarte la esperanza
todavía vestida de blanco
de que alguna vez florezcas
y dejes
por fin
de ser un cuarto deshabitado.

viernes, 20 de marzo de 2009

Paula




Ella no lo había reconocido. Eso sí, se comió todo el guiso, y la maicena, y también los pastelitos que le dio Doña Marta para que le llevara. Y después quiso comerse las flores de plástico que hacían de centro de mesa. Ella no lo había reconocido ni siquiera cuando la besó en la frente y le dio el ramo de fresias de todos los martes.

Luego Ignacio abrió la puerta de su casa con más parsimonia de lo habitual. Se sentó en el sillón del living y hundió su cuerpo en él. Durante años se había sentado en ese sillón al llegar del trabajo y esperado los cinco minutos exactos para que ella apareciera con el café caliente y una sonrisa en los labios. Desde el sillón la había visto volverse madre y contaba de costado las semanas que faltaban. Cuando los chicos se hicieron grandes, fue él el que la esperó a ella que llegara de trabajar, contento por saberla libre y enojado por tener que hacerse su propia cena. Fue allí sentado que la escuchó preguntar, insistente, qué día era, desde dónde vio la hornalla de la cocina que había dejado prendida y la besó por primera vez en la frente.

Ignacio apoyó su cabeza entre las manos. Sentía pánico a no poder recordarla con recuerdos. Siguió llorando sin consuelo hasta que las lágrimas fueron extinguiéndose, brotando de a poco en un llanto posible de contener. Entonces Ignacio se sacó sus mocasines marrones doble suela y se calzó las pantuflas que, desde hacía años, descansaban al lado del sillón. Se levantó y se acercó al aparador del living. Tuvo que hacer fuerza para abrirlo pero ni bien lo hizo encontró los montones de álbumes de fotos producto de años y años de vivir juntos.


Ella lo miraba en blanco y negro. Siete años, dos colitas en el pelo, Mar del Plata y los lobos marinos. La fiesta de quince todavía viva y ella bailando el vals con el viejo Atilio. El dí que la conoció en la fiesta de los López. La foto no le hacía honor a al azul marino del vestido apenas debajo de las rodillas, a la pequeñez de su cintura, a sus redondos y altivos pechos ni al brillo de sus ojos. Ella caminaba vestida de blanco, su sonrisa reflejada a través del velo y el viejo Atilio llevándola de la mano. Ella había tardado dos segundos más de lo debido en dar el Sí, quiero y él se sintió desvanecer.

Ignacio se acercó a la cocina y se sirvió un vaso de leche tibia. Tomó el vaso pausadamente y volvió a sentarse en el sillón. Abrió el álbum de fotos verde inglés.

Ella de costado y plena; Julieta todavía vientre. El pelo alborotado el día en que Nicolás , finalmente, decidió venir a este mundo. La puerta del colegio el día en que Juli empezó primer grado. Los gritos años después: que necesitaba hacer algo de su vida, que los chicos ya habían crecido, que estaban a punto de irse, que él no estaba nunca en casa, que ella encerrada y sola se iba a volver loca. Cuatro años después la puerta de la facultad. El pelo rubio lleno de huevo y veinte compañeros treinta años más jóvenes. Jazmín en sus brazos. Porque Juli trabajaba todo el día y no había nadie para cuidarla. Y la vio hoy: el rubio desteñido, la boca entreabierta, la sonrisa ausente y el brillo en los ojos.

Ignacio cerró con fuerza la puerta del aparador y dejó os álbumes de fotos apilados sobre la mesa ratona. Se acercó al sillón y , con el ánimo recobrado, se calzó los zapatos. Se puso la gorra y la bufanda, porque hacía frío y este año no se había dado la vacuna de la gripe, salió a la calle y paró el primer taxi que encontró. Cuando ya estaba llegando le pidió al taxista que lo dejara en la esquina y compró un ramo de fresias. Tocó el timbre del geriátrico. Entró y escuchó a la enfermera joven de la planta baja preguntarle si él ya no había venido hoy. Ignacio siguió caminando como si no la hubiera escuchado, subió la escalera y .a encontró sentada justo al lado de la ventana. Tomó aire y le dio las fresias antes de besarle la frente. Ella lo miró pícara.

-¿Y, para cuándo el beso de verdad, viejito mío?

jueves, 12 de marzo de 2009

Carta de amor


Amor:
Era verte y saber que te habías ido, era siempre esperar que encontraras otro puerto. Era verte llegar empapada por la lluvia, cubierta todavía por tu piloto verde, y abrazarte entre gotas y temblar de frío, de lluvia, de miedo. Después te sacabas la ropa mojada, la ponías a secar al lado de la estufa y caminabas desnuda por el departamento y entonces todo era imaginar las garras de otro hombre acariciando tu cuerpo. Era caminar de la mano los domingos, tu vestido siempre negro demasiado corto y los ojos del mundo calvados en vos y vos atada a mi mano y tus ganas de volar. Era rogar que llegaras, contar los segundos, imaginarte dormida en todas las camas ajenas, mostrándole a él tu sonrisa chueca, tu pelo alborotado después del amor, tus piernas todavía entrelazadas.
Era temblor y espera, pecho apretado, nudo en la garganta y sudor frío. Era saberte ida aunque, quizá, nunca estuviste tan cerca. Era la angustia, el miedo, el terror y no creerte las sonrisas. Y es que alguna vez no habías sido mía y no ibas a quedarte. Era querer atar el tiempo y a vos con él. Me voy, amor. Y seguramente no vuelva. Me voy y no por eso te dejo.

Hasta siempre

lunes, 9 de marzo de 2009

Lo pasado


En lugar del negro, miles de recuerdos te desbordan los ojos.
Los pasados lejanos se mezclan con los todavía futuro y brillan desde el protector de pantallas.
Te miro y me pregunto cómo hacés. Te miro y tu voz no responde; y es que tus ojos están naufragando en una cabellera roja, en los ojos azules de uan mujer perdida y jamás recuperada, en los hijos que quedaron en alguna cloaca, en el sillón del living todavía rojo...
Desde la pantalla un pequeño gato ahora sin dueño clava sus ojos en nosotros. Mira y pregunta; y tus ojos siguen mirando sin ver. Mira y respondo, y es que yo no soy vos. Es que no aguanto tanto pasado, lo prefiero en carpetas.

viernes, 27 de febrero de 2009

Suplicios


Te rogué que no me mires, pero incapaz de hacerme daño no me escuchaste y desabrochaste uno a uno los botones de mi camisa. Contaste mis costillas y me miraste sin asco.
Total qué
Me volviste victima de todos los males del mundo pero no fuiste capaz de ver que me carcomía por dentro y que vos no ibas a hacer nada. Mimaste mis ojos planos, mi vientre abultado. Me negaste el paraíso sin condenarme al infierno. Rapaste mis orejas y colgaste de mi pelo las culpas que ya no cargabas. Me miraste con asco y te lloré una lágrima.
Quizá muera
Y tus ojos giraron en falso, la pupila dilatada detrás de los párpados. Me acerco grito.
Quizá muera
Y tu cuerpo ahora aleja mis manos, hace un intento por derramar las lágrimas que ya no le quedan.
Calavera no chilla
Secó tus lágrimas con el pañuelo gastado, escondo la cabeza entre las piernas, contengo el aliento.
No, calavera no chilla no siente no arde no late no vuela no tiembla no juega. Calavera no mama, no espera, no sana.
Calavera. NO.

viernes, 20 de febrero de 2009

Visiones


Margarita sopló sobre el papel. Vio sacudirse al polvo, desperezar los témpanos sus grietas. Buscó entre la niebla y tomó esta historia de elefantes esperando que cambie la luz roja del semáforo, de taxis que no se atreven a doblar la esquina, de celulares cayendo desde las ventanas de los edificios, tecnológicos regalos de navidad estrellados en la cabeza del primer transeúnte que pase por la esquina , de payasos tristes cantándole a Gardel, de la Luna bailando todavía gris. Eligió la historia de la ciudad gigante, la que no duerme nunca, la que nunca despierta, la historia de la ciudad gigantemenete perdida entre los rostros esquivos de sus habitantes.
Margarita se sintió aturdida. Asomó por la ventana la cabeza a una Buenos Aires lluviosa, respiró profundo, el ruido quince pisos más abajo parecía callarse. Margarita, esta vez, logró sobrevivir al viento.

domingo, 15 de febrero de 2009

Lara y el Pez

Tengo el grato honor de que hayan publicado este texto mio en el portal de literatura para niños La Luna Naranja, los inivito a que pasen a leerlo







www.lalunanaranja.cruzagramas.com.ar

sábado, 31 de enero de 2009

Pasados posibles


Yo no te esperé



pero no te encontré sentado en el umbral de la vereda prendiendo un cigarrillo con otro jugando a ser anillos de humo no te vi buscar frenético el mp3 en tu morral negrocuero y pasar la canciones sin encontar la que diluya tu espera no senti el tarareo de luces esfumadas ni el caminar ida y vuelta de la cuadra que decide no traerme no te miré encontrarme en otras miradas recostado en el piso los ojos cerrados adivinando los pasos jugando a descubrir tacones



Y entonces



en el momento justo



no te vi mirar de reojo la sombra que coincida con los pasos de tu memoria



y no osé doblar la esquina

sábado, 24 de enero de 2009

Cornisas


Ando de vacaciones, así que el poema viene cortito. Un suspiro de aire fresco traído del sur, que no aplaque mis palabras, que los deje con algo para leerme si pasan por acá. Sería un gran honor.




Una palma roza los bordes de lo indecible


Juega con el silencio


No cesa


Cae de rodillas hacia el abismo


derrotada una vez más


por el pudor de no saber

jueves, 15 de enero de 2009

Sinpalabras


Y no es la pasión ni es el deseo
no es el desenfreno
las lenguas enredadas el calor tus besos
No son los susurros al oído
los personajes que inventamos para ser menos dos
No son las velas

.............los jazmines

.............el incienso



Tal vez sea el hueco en tu espalda
la mueca dormida
los bordes de un llanto
Tu manera extraña de mirarme
las vueltas en la cama
las mañanas despiertas

O quizás ni siquiera eso

Tal vez no sos vos
sino los silencios compartidos
las veces que no te dije
los caminos que sembraron en mi piel la yema de tus dedos
lo que no entiendo y no entendés

Mi soledad.