jueves, 9 de septiembre de 2010

Para no olvidar

Vivíamos en Nowhere. En esa ventana al afuera que era Nowhere para nosotros. Veíamos pasar un colectivo tras otro, luz tras luz de colectivos que no nos llevaban a ninguna parte.

La ventana a Nowhere sólo dejaba ver nuestras sombras, fantasmas de lo que alguna vez habíamos sido. Así que en Nowhere (now, here ¡y lo demás qué importa!) veíamos veinte atardeceres en una tarde y sólo amanecía cuando nosotros, dueños por una vez uno del otro, decidíamos que ya era hora de dejar entrar un rayo de sol. No hubo reglas en Nowhere. O quizás una sola. Porque un poeta que jamás habitó nuestro país de ensueños, que no supo de su presencia más que por sueños premonitorios, dijo una vez que el que niega afirma y nosotros nos negábamos la mirada.

En esa hendija sin tiempo en nuestros cuerpos -entre tu cuerpo y el mío- ,en ese espacio ínfimo que nos avisaba lo imperfecto del encastre jugábamos a no latir, a no descifrar nuestras palabras en un jadeo, a no olernos las heridas. Jugábamos a salir del hechizo sólo un segundo más tarde de lo previsto cuando afuera, fuera de la ventana, fuera de nuestras conciencias afuera del tiempo, ya amanecía. Dijimos no hay nosotros y lo creímos. Hay vida afuera de la ventana, fuera de esta burbuja de nuestras respiraciones siempre un acorde a destiempo y lo creímos.

El problema es que el poeta no pudo ver los efectos del siempre negar. Lo incancelable de eso que no se le avisa siquiera al propio cuerpo, de eso que no puede recordarse porque nunca pasó por el corazón (no lo dejamos, no le dejé, no sé) y Nowhere se nos fue perdiendo entre los poros, evaporándose en una mota de polvo siempre abajo de la cama, en un cajón entreabierto.

De Nowhere sólo nos queda el mito, la leyenda pasada boca a boca -siempre entre tu boca y la mía- y por eso escribo. Por si alguien –vos, yo, un ingenuo- pretende encontrar el camino. Estas son mis miguitas de pan, mis letras sembrando el camino a Nowhere. Now... Here...

sábado, 8 de mayo de 2010

fue la primer gota de sangre
y supiste
que otra vez no eras
y que el vacío podía
tragarte

domingo, 14 de marzo de 2010

serie cuerpo ¿número?

no sé
si era viernes o lunes
cuando nací
pero estaba
entre tus piernas
yo
naciendo de vos
que te par(t)ías
para mí

entonces me vi en el espejo
por primera vez
y yo
no era
y no supe
si reírme o llorar
porque ésa
que nacía
no era
yo

¿ cuándo nací si no fue la primera vez?

entre tus piernas vos
nacías
y yo miraba el espectáculo esta vez
yo te dije
duele partirse
pero no me creíste
pensaste que era yo la que nacía
y te dejé creer
que me estabas mirando
como si me desprendiera
de vos
y me acunabas
y querías amarme
y yo
quise creerte
porque pensé que nacía
por primera vez
nacía
yo
unida entre tus piernas
y era tan lindo verte
vomitándome
creyendo que me devolvías
que no pude decirte
que ya nací y me morí veinticinco veces en tus piernas
en otras piernas
cuando vos
todavía
no existías
porque yo
no te había vomitado
pero no pude
y me callé
me guardé las palabras
con el amor con los hijos
para que no sepas
lo que es
partirse
vomitarse
porque las madres somos
así:
protectoras

viernes, 5 de febrero de 2010

Serie:el cuepo

el cuerpo no entiende

quiere ya

ahora mismo

algo de comer

devorar otro cuerpo

el cuerpo se fusiona

otro cuerpo

se reproducen, se repiten

un cuerpo dentro de otro

y adentro

uno más chiquito

una mamushcka

de cuerpos que crecen

el cuerpo no escucha

caprichoso

grita

un poco de sangre

y de piel

un poco de calor

para calmar a la muñeca vacía

¿ qué pasa con la última?

la más chiquita

la vacía

la que no tiene

nada

¿dónde dejé la nada?

¿en que parte del cuerpo?

¿en qué grieta

la escondí esta vez?

no la encuentro

nadie quiere a la mamuschka chiquita

no puede abrirse

adentro

no tiene

nada

no tiene

adentro

y afuera

son todas iguales