Enrededor blanco vuelto cuadrado para tapizar sonidos. Blancos los ojos y las telas desteñidas por el paso de las horas exhaustas, de las noches que se niegan a volverse día. Blancas las almas manchadas de gris y las cruces que anuncian peligro. Blancas las sábanas, los pasillos, la soledad de saberse solo y muerto; también la espera que vuelve invisibles los rostros y los difumina hasta fundirlos y las manos capaces de nada e incapaces de todo.
Blanca la espera, la desazón, el delirio.
Rojo alarido.
3 comentarios:
Sebas
sos demasiado generoso a veces!!! Mil gracias, por todo, sobre todo por ser nuestro maestro.
Por tu pasión por este arte
Besos
Excelente.. mucho surrealismo mucho. Muchas imágenes muchas.
Beso, me gustó.
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