viernes, 5 de septiembre de 2008

100 veces no puedo

Enrededor blanco vuelto cuadrado para tapizar sonidos. Blancos los ojos y las telas desteñidas por el paso de las horas exhaustas, de las noches que se niegan a volverse día. Blancas las almas manchadas de gris y las cruces que anuncian peligro. Blancas las sábanas, los pasillos, la soledad de saberse solo y muerto; también la espera que vuelve invisibles los rostros y los difumina hasta fundirlos y las manos capaces de nada e incapaces de todo.

Blanca la espera, la desazón, el delirio.

Rojo alarido.

3 comentarios:

Sebastián Zaiper Barrasa dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Nanu dijo...

Sebas

sos demasiado generoso a veces!!! Mil gracias, por todo, sobre todo por ser nuestro maestro.

Por tu pasión por este arte

Besos

Anónimo dijo...

Excelente.. mucho surrealismo mucho. Muchas imágenes muchas.

Beso, me gustó.