Rompete. No pensés en nada ni en nadie y saltá al vacío. Rompete y no juntés las piezas; no por hoy. Estallá en mil pedazos como si fueras galaxia que nace. Parate frente al espejo de tu alma y rompelo. Mirate en los miles de pequeños vidrios que te reflejan multiplicado, dividido, distorsionado. Jugá con ellos y elegí: elegí cual querés ser.
Ahora es mi turno. Rompeme. Jugá conmigo como jugaste con el espejo. Quiero ser cristal entre tus manos. Porque yo también necesito esfumarme , deshacerme, contradecirme.
Ahora, con nuestras piezas mezcladas, es hora de armar el rompecabezas de nuestros días, de juntar las piezas, y , por fin, con el corazón hecho pedazos, jugar a encastrarnos.
Ahora es mi turno. Rompeme. Jugá conmigo como jugaste con el espejo. Quiero ser cristal entre tus manos. Porque yo también necesito esfumarme , deshacerme, contradecirme.
Ahora, con nuestras piezas mezcladas, es hora de armar el rompecabezas de nuestros días, de juntar las piezas, y , por fin, con el corazón hecho pedazos, jugar a encastrarnos.
4 comentarios:
Nadina,
Maravilloso lo que escribiste. Tu texto está ahí, no se puede agregar más nada.
Me arrasó.
Claudio S.
Realmente un bombazo.
Es hermoso decir, y mucho más cuando un testimonio de palabras tiene destinatario y ese alguien corresponde al llamado..
Sólo una palabra: HERMOSO!!
Te adoro...
Val
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